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  Seite 4: Märchen von einem, der auszog das Fürchten zu lernen (Juan Sinmiedo)



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Der Küster aber blieb unbeweglich stehen, damit der Junge glauben sollte, es wäre ein Gespenst. Der Junge rief zum zweiten Male:"Was willst du hier? Sprich, wenn du ein ehrlicher Kerl bist, oder ich werfe dich die Treppe hinab." Der Küster dachte: Das wird so schlimm nicht gemeint sein, gab keinen Laut von sich und stand, als wenn er von Stein wäre.
Da rief ihn der Junge zum dritten Male an, und als das auch vergeblich war, nahm er einen Anlauf und stieß das Gespenst die Treppe hinab, daß es zehn Stufen hinabfiel und in einer Ecke liegenblieb. Darauf läutete er die Glocke, ging heim, legte sich ohne ein Wort zu sagen ins Bett und schlief fort.

Die Küsterfrau wartete lange Zeit auf ihren Mann, aber er wollte nicht wieder kommen. Da ward ihr endlich angst, sie weckte den Jungen und fragte:"Weißt du nicht, wo mein Mann geblieben ist? Er ist vor dir auf den Turm gestiegen."
"Nein", antwortete der Junge, "aber da hat einer dem Schalloch gegenüber auf der Treppe gestanden, und weil er keine Antwort geben und auch nicht weggehen wollte, so habe ich ihn für einen Spitzbuben gehalten und hinuntergestoßen.

Pero el sacristán seguía inmóvil, para que el otro lo tomase por un fantasma. El chico le gritó por segunda vez: -¿Qué buscas ahí? Habla si eres un hombre de bien, o te arrojaré escaleras abajo.
El sacristán pensó:«No llegará a tanto», y continuó impertérrito, como una estatua de piedra.

Por tercera vez le advirtió el muchacho, y viendo que sus palabras no surtían efecto, arremetió contra el espectro y de un empujón lo echó escaleras abajo, con tal fuerza que saltó de una vez diez escalones y quedó tendido en una esquina. Luego tocó la campana, volvió a casa, se acostó sin decir palabra y se quedó dormido.
La mujer del sacristán estuvo durante largo rato aguardando la vuelta de su marido; por fin tuvo miedo y fue a despertar al ayudante, y le preguntó -¿No sabes, dónde está mi marido? Subió al campanario antes que tú.
-No- respondió el muchacho, -pero en el campanario había alguien frente a la abertura música, y como no respondió ni se marchó, he supuesto que era un ladrón y lo he arrojado escaleras abajo.

Vokabular
unbeweglich = inmóvil
das Gespenst = el fantasma
ein ehrlicher Kerl = un hombre de bien
die Treppe = la escalera
die Stufe = el escalón
der Spitzbube = el ladrón





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