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  Seite 13: Das tapfere Schneiderlein (El sastrecillo valiente)



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Sie zankten sich eine Weile herum, doch weil sie müde waren, ließen sie's gut sein, und die Augen fielen ihnen wieder zu. Das Schneiderlein fing sein Spiel von neuem an, suchte den dicksten Stein aus und warf ihn dem ersten Riesen mit aller Gewalt auf die Brust. »Das ist zu arg!« schrie er, sprang wie ein Unsinniger auf und stieß seinen Gesellen wider den Baum, daß dieser zitterte. Der andere zahlte mit gleicher Münze, und sie gerieten in solche Wut, daß sie Bäume ausrissen, aufeinander losschlugen, so lange, bis sie endlich beide zugleich tot auf die Erde fielen.

Nun sprang das Schneiderlein herab.
»Ein Glück nur«, sprach es, »daß sie den Baum, auf dem ich saß, nicht ausgerissen haben, sonst hätte ich wie ein Eichhörnchen auf einen andern springen müssen: Doch unsereiner ist flüchtig!«
Es zog sein Schwert und versetzte jedem ein paar tüchtige Hiebe in die Brust, dann ging es hinaus zu den Reitern und sprach: »Die Arbeit ist getan, ich habe beiden den Garaus gemacht; aber hart ist es hergegangen, sie haben in der Not Bäume ausgerissen und sich gewehrt, doch das hilft alles nichts, wenn einer kommt wie ich, der siebene auf einen Streich schlägt.«

Discutieron todavía un rato; pero como los dos estaban cansados, cesaron en la porfía y volvieron a quedarse dormidos. Reanudó el sastrecillo el juego, y, escogiendo la más grande de sus piedras, arrojóla con toda su fuerza, apuntando al pecho del primer gigante. -¡Esto ya es demasiado! -vociferó furioso. Y saltando como un loco, arremetió contra su compañero con furia tal, que, al dar éste contra el árbol, lo hizo temblar hasta la cima. Acudió el otro a pagarle en la misma moneda, y, poniéndose furiosos y arrancando sendos troncos de cuajo, se embistieron mutuamente, librando una lucha que no terminó sino con la muerte de los dos. Entonces el sastrecillo descendió del árbol -suerte que no arrancaron el árbol en que yo estaba,- se dijo, -pues habría tenido que saltar a otro como una ardilla! ¡Menos mal que uno es ligero! Y, desenvainando la espada, la hundió varias veces en el pecho de los adversarios caídos, hecho lo cual fue a la entrada del bosque, donde esperaban sus caballeros, y les dijo: -Se acabaron los gigantes, aunque debo confesar que la faena fue dura. Se pusieron a arrancar árboles para defenderse. ¡Venirle con tronquitos a un hombre como yo, que mata a siete de un golpe!

Vokabular
zanken = discutir, disputar
etwas gut sein laßen = dejar eso
mit aller Gewalt = con toda la fuerza
Das ist zu arg! = ¡Esto ya es demasiado!
zittern = temblar
mit gleicher Münze zahlen = pagar a alg. en la misma moneda
in Wut geraten = ponerse furioso
das Eichhörnchen = la ardilla
das Schwert ziehen = desenvainar la espada





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