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Seite 085: Das kalte Herz (El corazón frío) |
deutscher Text | texto español |
Der Schatzhauser
saß schon unter dem Tannenbaum und
rauchte aus einer kleinen Pfeife; doch sah
er munterer aus als zuvor. |
El tesorero
estaba sentado al pie del abeto y fumaba una
pequeña pipa, pero parecía más
contento que antes. -¿Por qué lloras, Pedro Carbón Munk?- preguntó. ¿No has conseguido tu corazón? ¿Está todavía el frío en tu pecho? -¡Ay, señor!- se lamentó Pedro, -cuando llevaba todavía el corazón de piedra no lloraba nunca, mis ojos estaban secos como la tierra en julio; ahora, el viejo corazón casi se me quiere partir por lo que he hecho. A mis deudores los arruiné, azucé los perros contra pobres y enfermos, y sabéis muy bien... ¡cómo cayó mi látigo sobre su hermosa frente! -Pedro! ¡Has sido un gran pecador!- dijo el hombrecillo. -El dinero y la ociosidad te pervirtieron hasta que tu corazón se convirtió en piedra y ya no conoció la alegría, ni la pena, ningún arrepentimiento, ninguna compasión. Pero el arrepentimiento reconcilia y, si supiera que tu vida te duele de verdad, podría hacer aún algo por ti. |
Vokabular | |
der Sünder = el pecador | |
verderben = pervertir | |
versöhnen = reconcilar |
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