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Seite 02: Die kleine Seejungfer (La sirenita) |
deutscher Text | Texto español |
Der Meerkönig
dort unten war seit vielen Jahren Witwer,
aber seine alte Mutter besorgte sein Haus.
Sie war eine kluge Frau, doch recht stolz
auf ihren Adel deshalb trug sie zwölf
Austern auf dem Schwanze während die
anderen Vornehmen nur sechs tragen durften.Sonst
verdiente sie großes Lob, besonders
weil sie die kleinen Meerprinzessinnen, ihre
Enkelinnen, so liebte. Das waren sechs prächtige Kinder, aber die jüngste war die schönste von allen. Ihre Haut war so klar und zart wie ein Rosenblatt, ihre Augen so blau wie die tiefste See, aber ebenso wie alle die anderen hatte sie keine Füße. Ihr Körper endete in einem Fischschwanz. Den lieben langen Tag durften sie unten im Schlosse, wo lebendige Blumen aus den Wänden wuchsen, spielen. Die großen Bernsteinfenster wurden aufgemacht, und dann schwammen die Fische zu ihnen herein, gerade wie bei uns die Schwalben hereinfliegen wenn wir die Fenster aufmachen. Aber die Fische schwammen geradeswegs auf die kleinen Prinzessinnen zu, fraßen aus ihren Händen und ließen sich streicheln. |
El rey del
mar era viudo desde hace muchos años
y su anciana madre llevaba la casa. Era una
mujer inteligente, pero muy orgullosa de su
origen de nobleza y por eso se adornaba la
cola con doce ostras, mientras el resto de
los nobles tenía que contentarse con
llevar sólo seis. No obstante era digno
de elogio, sobre todo por el gran cariño
que tenía a sus nietas, las princesas
del mar. Eran seis chicas guapísimas, pero la menor era la más hermosa de todas, con una piel tan clara y pura como un pétalo de rosa, sus ojos eran tan azules como el lago más profundo, pero, igual que sus hermanas, no tenía pies y su cuerpo acababa en una cola de pez. Pasaban todo el día jugando en el palacio, en los salones grandes donde crecían flores vivas en las paredes. Las grandes ventanas de ámbar estaban abiertas y los peces entraban por ellas, igual que las golondrinas lo hacen si abrimos nuestras ventanas. Pero los peces nadaban hacia las princesas, comían de sus manos y dejaban acariciarse por ellas. |
Vokabular | |
der Witwer = el viudo | ![]() |
wirtschaften = llevar la casa | ![]() |
der Adel = la nobleza | ![]() |
die Auster = la ostra | ![]() |
das Lob = el elogio | ![]() |
die Enkelin = la nieta | ![]() |
der Fischschwanz = la cola de pez | ![]() |
das Bernsteinfenster = la ventana de ámbar | ![]() |
aufmachen = sinónimo de öffnen = abrir | ![]() |
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