[an error occurred while processing this directive]




  Seite 060: Das kalte Herz (El corazón frío)



deutscher Text   texto  español        

Als er von Straßburg herüberfuhr und den dunklen Wald seiner Heimat erblickte, als er zum erstenmal wieder jene kräftigen Gestalten, jene freundlichen, treuen Gesichter der Schwarzwälder sah, als sein Ohr die heimatlichen Klänge, stark, tief, aber wohltönend vernahm, da fühlte er schnell an sein Herz; denn sein Blut wallte stärker, und er glaubte, er müsse sich freuen und müsse weinen zugleich, aber - wie konnte er nur so töricht sein, er hatte ja ein Herz von Stein; und Steine sind tot und lächeln und weinen nicht.
Sein erster Gang war zum Holländer-Michel, der ihn mit alter Freundlichkeit aufnahm.
»Michel«, sagte er zu ihm, »gereist bin ich nun und habe alles gesehen, ist aber alles dummes Zeug, und ich hatte nur Langeweile. Überhaupt, Euer steinernes Ding, das ich in der Brust trage, schützt mich zwar vor manchem; ich erzürne mich nie, bin nie traurig; aber ich freue mich auch nie, und es ist mir, als wenn ich nur halb lebe. Könnet Ihr das Steinherz nicht ein wenig beweglicher machen? Oder - gebt mir lieber mein altes Herz; ich hatte mich in fünfundzwanzig Jahren daran gewöhnt, und wenn es zuweilen auch einen dummen Streich machte, so war es doch munter und ein fröhliches Herz.«

Al llegar desde Estrasburgo y divisar los bosques espesos de su tierra, al volver a ver por primera vez aquellas vigorosas figuras, aquellos rostros afables, leales de los habitantes de la Selva Negra, cuando sus oídos percibieron los acordes patrios, fuertes, profundos, pero melodiosos, se tocó rápidamente a su corazón, pues la sangre hervía con más fuerza, y creyó que tenía que alegrarse y llorar al mismo tiempo, pero... ¿cómo podía ser tan estúpido?, pues, tenía un corazón de piedra, y las piedras están muertas y ni ríen ni lloran.

Su primera visita fue a Michel el holandés, que le recibió con la amabilidad de antaño.
-Michel- le dijo, -ya he viajado y he visto todo, pero resulta que todo es una estupidez y no he hecho más que aburrirme. En definitiva, esa cosa vuestra de piedra que llevo en el pecho, es cierto que me preserva de algunas cosas; nunca me encolerizo, nunca estoy triste, pero tampoco me alegro nunca y me parece como si sólo viviese a medias. ¿No podríais hacer un poco más emotivo el corazón de piedra?
O mejor, devolvedme mi viejo corazón; en veinticinco años me había acostumbrado a él y, aunque de vez en cuando hacía alguna tontería, era un corazón alegre y feliz.


Vokabular
heimatliche Klänge = los acordes patrios
das Blut wallt = la sangre hierve
erzürnen = encolerizar





contacto pie de imprenta declaración de privacidad
[an error occurred while processing this directive]