[an error occurred while processing this directive]
Seite 012: Das kalte Herz (El corazón frío) |
deutscher Text | texto español |
Kohlenmunk-Peter
hatte jetzt den höchsten Punkt des
Tannenbühls erreicht und stand vor
einer Tanne von ungeheurem Umfang, um die
ein holländischer Schiffsherr an Ort
und Stelle viele hundert Gulden gegeben
hätte. »Hier«, dachte er,
»wird wohl der Schatzhauser wohnen«,
zog seinen großen Sonntagshut, machte
vor dem Baum eine tiefe Verbeugung, räusperte
sich und sprach mit zitternder Stimme: »Wünsche
glückseligen Abend, Herr Glasmann.«
Aber es erfolgte keine Antwort, und alles
umher war so still wie zuvor. |
Pedro el
Carbón Munk había alcanzado
en aquel momento el punto más alto
de la colina de los abetos y se hallaba ante
un abeto de enorme tamaño, por el que
cualquier patrón holandés hubiera
pagado allí mismo varios cientos de
florines. Pensó que era probable que
viviera allí el Tesorero. Se quitó
su gran sombrero de los domingos, hizo una
profunda reverencia ante el árbol,
carraspeó y dijo con voz temblorosa -le deseo muy buenas tardes, señor de Cristal. Pero nadie contestó, y en los alrededores dominaba el mismo silencio de antes. -A lo mejor tengo que recitar los versos- pensó y murmuró Tesorero en el bosque verde, que cuentas ya años a cientos es tuya toda la tierra donde los abetos se hallan... |
Vokabular | |
der Schiffsherr = el patrón | |
die Verbeugung = la reverencia | |
sich räuspern = carraspear | |
murmeln = murmurar |
contacto pie de imprenta declaración de privacidad |