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  Seite 006: Das kalte Herz (El corazón frío)



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Er reiste alle Jahre zweimal mit Bauholz nach Amsterdam und hatte das Glück, es immer um so viel teurer als andere zu verkaufen, daß er, wenn die übrigen zu Fuß heimgingen, stattlich herauffahren konnte.
Der andere war der längste und magerste Mensch im ganzen Wald, man nannte ihn den langen Schlurker, und diesen beneidete Munk wegen seiner ausnehmenden Kühnheit; er widersprach den angesehensten Leuten, brauchte, wenn man noch so gedrängt im Wirtshaus saß, mehr Platz als vier der Dicksten; denn er stützte entweder beide Ellbogen auf den Tisch oder zog eines seiner langen Beine zu sich auf die Bank, und doch wagte ihm keiner zu widersprechen, denn er hatte unmenschlich viel Geld.
Der dritte war ein schöner junger Mann, der am besten tanzte weit und breit und daher den Namen Tanzbodenkönig hatte. Er war ein armer Mensch gewesen und hatte bei einem Holzherrn als Knecht gedient; da wurde er auf einmal steinreich; die einen sagten, er habe unter einer alten Tanne einen Topf voll Geld gefunden, die andern behaupteten, er habe unweit Bingen im Rhein mit der Stechstange, womit die Flözer zuweilen nach den Fischen stechen, einen Pack mit Goldstücken heraufgefischt, und der Pack gehöre zu dem großen Nibelungenhort, der dort vergraben liegt; kurz, er war auf einmal reich geworden und wurde von jung und alt angesehen wie ein Prinz.

Todos los años viajaba dos veces a Amsterdam con madera de construcción, y tenía la suerte de venderla siempre mucho más cara que otros, de modo que, cuando los otros volvían a casa a pie, él podía navegar aguas arriba majestuosamente.
El otro era el hombre más alto y flaco de toda la Selva, se le conocía por Schlurker el Largo; a éste le envidiaba Munk por su extraordinaria audacia; contradecía a las personas más destacadas, y en la taberna, cuando estaban sentados muy apretados, necesitaba para él solo más espacio que cuatro de los hombres más gordos, pues apoyaba ambos codos en la mesa o estiraba una de sus largas piernas sobre el banco, y nadie se atrevía a protestar, pues tenía muchísimo dinero.

El tercero era un joven chico guapo que era el mejor bailarín por todas partes, y de ahí que tuviese el sobrenombre Rey del Baile. Había sido un hombre pobre y había servido como criado en casa de un maderero; de golpe se había hecho inmensamente rico; unos decían que había encontrado una olla llena de dinero bajo un viejo abeto, otros afirmaban que no lejos de Bingen, en el Rin, había pescado un bulto con monedas de oro, con ayuda del arpón que suelen usar los almadieros para pescar, y que el bulto formaba parte del gran tesoro de los Nibelungos que está allí enterrado. En resumen, se había enriquecido de repente y era considerado como un príncipe por jóvenes y viejos.

Vokabular
das Bauholz = la madera de construcción
mager = flaco
beneiden = envidiar
die Kühnheit = la audacia
widersprechen = contradecir
die Ellbogen = los codos
wagen = atrever
weit und breit = por todas partes
steinreich = inmensamente rico





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