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Seite 02: Die Geschichte vom falschen Prinzen (Historia del falso príncipe ) |
deutscher Text | Texto español |
So trieb
es der ehrsame Schneidergeselle Labakan
schon eine geraume Zeit, sein Meister aber
duldete seine Narrheit, weil er sonst ein
guter Mensch und geschickter Arbeiter war.
Aber eines Tages schickte Selim, der Bruder
des Sultans, der gerade durch Alessandria
reiste, ein Festkleid zu dem Meister, um
einiges daran verändern zu lassen,
und der Meister gab es Labakan, weil dieser
die feinste Arbeit machte. Als abends der
Meister und die Gesellen sich hinwegbegeben
hatten, um nach des Tages Last sich zu erholen,
trieb eine unwiderstehliche Sehnsucht Labakan
wieder in die Werkstätte zurück,
wo das Kleid des kaiserlichen Bruders hing.
Er stand lange sinnend davor, bald den Glanz
der Stickerei, bald die schillernden Farben
des Sammets und der Seide an dem Kleid bewundernd.
Er konnte nicht anders, er mußte es
anziehen, und siehe da, es paßte ihm
so trefflich, wie wenn es für ihn wäre
gemacht worden. |
El honrado
oficial de sastre ya llevaba comportándose
de tal modo cierto tiempo, pero su maestro
le toleraba tal insensatez porque, por lo
demás, era buena persona y trabajador
con talento. Pero un día, Selim, el
hermano del sultán, les envió
un traje de fiesta para que le hicieran algunos
arreglos, y el maestro se lo dio a Labakán,
porque éste solía realizar la
labor más primorosa. Al atardecer, cuando el maestro y los oficiales se habían retirado para descansar del esfuerzo del día, una irresistible nostalgia arrastró a Labakán a regresar al taller donde estaba colgado el traje del hermano del sultán. Durante mucho tiempo quedó mirándolo pensativo, admirando ora el brillo de los bordados, ora los resplandecientes colores del terciopelo y la seda que lo adornaban. No pudo resistirse y se lo puso, y he aquí que le sentaba perfectamente, como si hubiera sido hecho para él. -¿Acaso no soy tan buen príncipe como aquél?- se preguntaba, mientras atravesaba la habitación una y otra vez. -¿Acaso no ha dicho el propio maestro que yo había nacido para ser príncipe? Con la ropa el oficial parecía haberse recubierto también de un espíritu real, no podía pensar sino que era el hijo desconocido de un rey, y como tal, decidió recorrer el mundo y abandonar un lugar donde la gente había sido hasta entonces tan estúpida como para no reconocer su dignidad innata bajo la apariencia de un linaje modesto. El traje lujoso le parecía enviado por un hada benéfica, por lo que se libró muy bien de desdeñar un regalo tan precioso, recogió su escaso dinero efectivo y, favorecido por la oscuridad de la noche, atravesó las puertas de Alejandría. |
Vokabular | |
geraume Zeit = cierto tiempo | ![]() |
dulden = tolerar | ![]() |
unwiderstehlich = irresistble | ![]() |
die Werkstätte = el taller | ![]() |
die Stickerei = el bordado | ![]() |
der Sammet = el terciopelo | ![]() |
verlassen = abandonar | ![]() |
die Würde = la dignidad | ![]() |
verschmähen = desdeñar | ![]() |
die Barschaft = el dinero efectivo | ![]() |
begünstigt = favorecido | ![]() |
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